Llegamos a Puerto Varas desde Santiago el año 2011, cuando mis hijos mellizos Pedro y Belén tenían 11 años. Cerca del Colegio Germania, donde iban a estudiar, estaba la Clínica del Sur, lugar que me recomendaron otras mamás del colegio y que además me pareció muy moderno y profesional. Tomamos una hora sin dudar y comenzamos con Belén, quien presentaba más urgencia de iniciar el tratamiento de ortodoncia, más tarde seguiría Pedro. Conocimos al Dr. Juan Pablo Urrutia Toledo, quien de inmediato nos agendó una entrevista en donde nos explicó muy claramente, mediante una presentación, el procedimiento que iba a realizar. Esto me dejó gratamente sorprendida, pues uno que es ignorante del tema, deja que los doctores realicen su trabajo, pero que te expliquen cuáles serán los pasos a seguir y cuáles serán los resultados, como mamá, es una tranquilidad impagable.

Fueron casi dos años de tratamiento, los cambios eran notorios a medida que pasaba el tiempo. Lo mejor, era ver que los niños no presentaron dolores ni incomodidad, al contrario, era un agrado para ellos ir a las consultas y cuando cambiaban el color de los elásticos de sus aparatos, era un acontecimiento feliz para ellos.

A medida que pasa el tiempo, uno se hace cercano de las personas que trabajan en el bienestar de los niños. Siempre tuvimos excelente trato y relación con el personal de la clínica, desde la secretaria recepcionista hasta los doctores involucrados con los niños, Ortodoncista, Odontopediatra, etc. Además, la ubicación de la Clínica es inmejorable, al igual que las instalaciones que, aparte de modernas, son preciosas e impecables.

Solo tengo palabras de agradecimiento, por el excelente trabajo que recibieron mis niños, porque hoy son dos adolescentes de 16 años, excelentes deportistas, que gracias al Dr. Urrutia, hoy sonríen, y que mejor que con una sonrisa perfecta y saludable.

PD. Cabe mencionar que gracias al Doctor Urrutia, en una consulta de mis niños, donde me vio muy afectada por un problema de salud de mi perrito regalón, me presentó a la mejor Veterinaria que he conocido, para que me diera una segunda opinión, su esposa, quien hoy es una de mis mejores amigas!